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Independiente
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Miércoles, 9 de septiembre de 2015
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Albertengo-Vera, la sociedad que Independiente necesita revivir  En Atlético de Rafaela hicieron 20 goles entre los dos en 28 partidos, pero en Avellaneda todavía no consiguieron la misma contundencia; el clásico con Racing asoma como una gran oportunidad para que reencuentren la sintonía Diego Vera y Lucas Albertengo formaron una sociedad explosiva en Atlético de Rafaela. Independiente se entusiasmó con juntarlos otra vez después del buen rendimiento que tuvo Albertengo, pese a los vaivenes de los Rojos con Jorge Almirón como entrenador, y mucho más con los goles que el uruguayo Vera hizo en Estudiantes, donde lo dirigió Mauricio Pellegrino. Pero por ahora no funcionan como antes, como aquellos viejos conocidos del toque y el gol. En las puertas del clásico con Racing, los Rojos esperan que se despierten cuanto antes, aunque siguen preguntándose por qué todavía no levantaron vuelo.
Vera, de 30 años, y Albertengo, de 24, jugaron juntos 28 partidos en Atlético de Rafaela y entre los dos metieron 20 goles. En Independiente compartieron el equipo (desde el comienzo o por algunos minutos) cinco veces, incluida la Copa Argentina. Albertengo no gritó. Vera hizo dos goles. Es más, de los nueve goles que Albertengo lleva en el campeonato, apenas uno lo hizo en el ciclo Pellegrino: en el 1-0 con Temperley. No convirtió desde que Vera llegó al club.
¿Cuáles son los motivos? "Veo circunstancias que por ahora no me preocupan. El gol ya va llegar. Lo importante es que el equipo consiga el funcionamiento que busca", dice Albertengo. De verlos, nomás, se nota que les cuesta más encontrarse. A veces están demasiado separados, y sus compañeros todavía no se las ingenian para que la pelota les llegue más limpia.
Pellegrino insistió con la contratación de Vera después del receso por la Copa América. Tanto que hasta les cayó mal a los dirigentes de Estudiantes. El jugador se les plantó y no les quedó otra que venderlo. La ilusión era grande porque lo esperaba Albertengo, su compinche, que no bien llegó a Independiente, en enero de 2015, aclaró que no era "un 9 de área". Todo el cuerpo técnico confía en ellos y cree que el bajón, si es que así puede llamarse, terminará pronto. Es más, piensa que el mayor inconveniente está en la elaboración del juego y en la falta del pase profundo entre líneas.
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