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Brasil
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Lunes, 14 de diciembre de 2015
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El Papa Francisco reconcilia al Padre Cícero con la Iglesia Católica  Durante este fin de semana se han sucedido a lo largo y ancho del Planeta las celebraciones de Abertura de la Puerta Santa en las diferentes diócesis y prelaturas del mundo católico, en las que se podrán ganar las indulgencias del Año Jubilar de la Misericordia. Momentos de emoción se han repetido en diferentes lugares, pero pocos han debido ser igual que en la Catedral de Nossa Senhora da Penha de Crato, donde coincidiendo con esta celebración el obispo diocesano, Monseñor Fernando Panico, ha anunciado que el Papa Francisco ha reconciliado con la Iglesia Católica al Padre Cícero Romão Batista, fallecido en 1934 estando suspenso de órdenes.
El anuncio del obispo se ha visto seguido de la entrada en el templo catedralicio de la imagen del Padre Cícero, lo que ha provocado el alborozo de todos los presentes, reacción que se ha visto repetida posteriormente, como muestran las numerosas noticias en diferentes medios de comunicación y en las redes sociales.
En un mensaje firmado por el Cardenal Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, y que recoge el expreso deseo del Papa Francisco, enviado a Monseñor Panico, se reconoce que “la memoria del Padre Cícero Romão Batista mantiene, en el conjunto de buena parte del catolicismo de este país, y, de esa forma, la valoriza desde un punto de vista eminentemente pastoral y religioso, como un posible instrumento de evangelización popular”. Después de tantos años de distanciamiento entre la Iglesia Católica y el santo del pueblo nordestino, el texto muestra que “siempre es posible, con la distancia del tiempo y la evolución de las diferentes circunstancias, reevaluar y apreciar las varias dimensiones que marcaron la acción del Padre Cícero como sacerdote, y, dejando al margen los puntos más controvertidos, poner en evidencia aspectos positivos de su vida y figura, tal como es percibida actualmente por los fieles”.
La carta señala que “es innegable que el Padre Cícero Romão Batista, a lo largo de su existencia, vivió una fe simple, en sintonía con su pueblo y, por eso mismo, desde el principio, fue comprendido y amado por este mismo pueblo”, llegando a afirmar que “es necesario, en este contexto, dirigir nuestra atención al Señor y agradecerle por todo el bien que Él suscitó por medio del Padre Cícero”.
El Papa Francisco, como reconoce el obispo de Crato, presenta al Padre Cícero como “ejemplo de sacerdote en una Iglesia en salida, para los tiempos actuales y la nueva Evangelización la fecha del 13 de diciembre va a quedar marcada en la historia de Juazeiro do Norte, la ciudad que creció bajo el influjo del Padre Cícero y que ahora, como señalaba el Vicario de Pastoral de la Diócesis de Crato, Padre Vilecí Vidal, “es tierra de romería reconocida por el Papa Francisco”.
Lo sucedido con el Padre Cícero pone de manifiesto la importancia de la Iglesia Pueblo, de tantos devotos que continuamente pedían en sus oraciones la reconciliación del Padre Cícero por parte de la Iglesia. Ha sido más de un siglo de enfrentamientos entre los defensores y los acusadores del sacerdote más famoso del nordeste brasileño y este momento constituye un nuevo paso en un camino que muchos en Juazeiro do Norte esperan que acabe en la canonización del Padre Cícero, que la Iglesia Católica reconozca oficialmente lo que para muchos nordestinos es un hecho, la santidad del Padim Cícero.
Valga como ejemplo lo que me decía la mujer que me acogió en su casa en Juazeiro do Norte en el último Intereclesial de las Comunidades Eclesiales de Base, celebrado el año pasado, “sueño con ver un día la Iglesia del Padre Cícero construída”. Hoy doña Vanda, como muchos brasileños nordestinos, debe estar feliz, pues ve que su sueño está un poco más próximo.
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